miércoles, 19 de octubre de 2011

Y entre tanto...

"Tiempo de Arena," de Inmaculada Chacón quedaba finalista del más importante premio literario. La hermana de la ya fallecida y aclamada escritora Dulce Chacón muy conocida por su obra Literaria "La Voz Dormida," la cual ha sido llevada a la gran pantalla de la mano de Benito Zambrano optaba al importante premio y aún así no quedó nada mal, pues su libro será ahora conocido durante años por ser el finalista de este.
"Tiempo de Arena," narra la historia de  tres hermanas en la España del siglo XIX que luchan por sus libertades.
"He encontrado en la literatura una manera de respirar, de ser más feliz. Este premio es un regalo, para mi, extraordinario. Y me hago más visible yo como Inma Chacón", ha comentado la escritora, en referencia a su hermana gemela.
Inma Chacón siempre estuvo muy vinculada a su hermana Dulce, fallecida en 2003. Prueba de ello es el libro La princesa india, una novela que escribió como homenaje a Dulce cuyo sueño era escribir una historia sobre una princesa azteca y un conquistador español.
ENTREVISTA A INMACULADA CHACÓN GUTIERREZ

¿Qué cuenta en su novela?
Arranca con un misterio: unos niños han desaparecido. Pero es un misterio doble porque nadie conocía previamente la existencia de esos niños. Una mujer, en su lecho de muerte, revela la existencia de los chiquillos y tres hermanas, de una familia aristocrática, se ponen a buscarlos, sin saber si realmente existen o si son un producto de la fiebre. Hay dos planos temporales: 1920, cuando sucede esto, y principios del siglo XX, la historia de esos niños.
Usted denuncia las condiciones de vida de la mujer.
Es una novela de sentimientos, no es feminista, simplemente sucede en un contexto en que las mujeres no tenían derecho a la educación ni al trabajo, y debían estar tuteladas por un hombre, el padre o el marido. Hablo de un tema muy común: la cantidad enorme de niños que eran separados de sus madres simplemente por el qué dirán, porque no habían sido concebidos en el seno del matrimonio. Eso fue una historia real en mi familia, una tía solterona que al morir habló de sus hijos, lo que los familiares atribuyeron al delirio... y años después apareció un nieto suyo rastreando sus orígenes.
También bucea en otros temas...
... como la masonería femenina, algo prácticamente desconocido. Quise saber por qué las mujeres se integraban en las logias y cómo las trataban. Cuando, en el siglo XIX, entraron las tropas napoleónicas en España, se introdujo la masonería, que mantuvo en su seno la discriminación a la mujer a pesar de sus ideas avanzadas. El franquismo pintó a los masones como demonios con rabo y tenía ganas de entender por qué.
Dice que su familia, extensa, la nutre de temas para su literatura, pero la historia más fascinante es la de usted y su hermana gemela, la escritora Dulce Chacón, fallecida en el 2003.
Yo era profesora universitaria y estaba feliz. Jamás había escrito nada. Dulce, en sus últimos días, postrada en la cama, me contó una historia que tenía en mente para que yo la escribiera, ya que ella no iba a poder. Fue mi primera novela, La princesa india.
Que hay quien ha dicho...
... que ella empezó a escribirla y yo me aproveché de su material. Falso. No tenía ni una línea escrita. Simplemente me contó la historia. Empecé desde cero y ni siquiera usé la documentación que ella se había preparado. Soy documentalista y eso quise hacerlo a mi manera. Estoy contenta porque entonces sentí que daba vida a Dulce y ahora, con este premio, siento que mato a mi hermana para ser, de una vez, Inma Chacón, y no 'la hermana de Dulce'. Todo esto me sirve como terapia, ya ve. Mi primer poemario, Alas, también estaba dedicado a Dulce, los poemas son sobre ella.
Ahora es usted la escritora.
Mi sobrina me dice: "Mamá vivía en las nubes y para escribir bajaba a la tierra y, sin embargo, tía, tú vives en la tierra y para escribir te subes a las nubes". Creo que ilustra bien nuestras diferencias.
¿La confunden con ella?
Toda la vida. Éramos idénticas. Aún hoy me traen a firmar libros suyos. Me hace gracia porque muchas veces confundían también mi libro con el de Javier Moro: "Tú has escrito Pasión india", me decían, por La princesa india.
La semana pasada recibí una novela juvenil suya. No para...
Tengo varios registros. Esa novela es para que las madres comprendan a sus hijas y las hijas a sus madres. Es difícil porque ambas están en etapas con desarreglos hormonales, revoluciones internas muy fuertes: la adolescencia y la premenopausia.
Poeta y ahora autora de grandes tiradas. ¿Cómo es posible?
No sé, yo lo escribo todo igual. Escribir es mi modo de respirar. ¿Sabe qué me dijo Dulce?
¿Qué?
"Inma, cuando escribas, vas a saber lo que es vivir y no te conformarás con sobrevivir", y es verdad: escribiendo, he descubierto una intensidad de vida insospechada.

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